COLOQUIO “THOMAS C. SMITH-STARK” (COLOV 4)
Un encuentro que se afianza y crece
La cuarta edición del coloquio, realizada del 16 al 18 de abril de 2010, nuevamente vio incrementado el número de ponentes y asistentes respecto de las precedentes, esta vez fueron 54 las ponencias que fueron compartidas con los asistentes. Las novedades incluyeron la inclusión de presentaciones de libros en el programa y que por primera vez se usó el logotipo y el nombre que hasta el día de hoy identifican al encuentro: Coloquio de Lenguas Otomangues y Vecinas. La última palabra del título alude a la demanda de los participantes de incluir también a las lenguas de estados vecinos a Oaxaca, como Veracruz, Guerrero y Puebla.
En las ponencias magistrales Marina Garone abordó el tema de las lenguas otomangues y la tipografía colonial poblana; Michel Oudijk planteó una evaluación crítica y comparativa sobre el valor para los estudios del contacto de los textos escritos en lenguas indígenas y Jonathan Amith habló de la importancia de emplear una metodología interdisciplinaria cuando se aborda el enfoque lingüístico en la etnobiología.
Escritura mixteca
En esta ocasión el programa del coloquio incluyó la inauguración en la Biblioteca Burgoa de la exposición “Tutu Ñudzavui”
acerca de la escritura mixteca en alfabeto latino en un periodo que abarca 450 años, desde la colonia hasta el siglo XXI, en la
cual se exhibieron textos notables en esa lengua, siendo el más antiguo de 1568. En su conformación participaron la Biblioteca
Palafoxiana de Puebla, el Archivo Histórico del Poder Judicial de Oaxaca y la sede anfitriona, entre otros acervos. La muestra
estuvo abierta al público durante casi tres meses.
Thomas C. Smith-Stark (1948 – 2009)
En esta ocasión el colov homenajeó la persona y el trabajo de Thomas Smith-Stark, destacado especialista en lenguas mesoamericanas que había fallecido apenas un año antes, quien además fue activo participante e impulsor de los coloquios precedentes.
Thomas nació en Massachusetss, Estados Unidos, en 1948. Desde muy temprana edad desarrolló una fascinación por la lingüística que le llevaría a dedicar su vida a la investigación, la enseñanza, la revitalización y la promoción de los derechos relacionados con las lenguas indígenas. En sus primeros años como investigador se dedicó al estudio de lenguas mayenses. A partir de 1981 se integró como investigador y profesor al Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México, desde donde emprendió a mediados de los ’80 trabajos relacionados con el amuzgo que serían su primera aproximación a las lenguas otomangues, en años posteriores trabajó con el zapoteco y el chatino.
Smith-Stark desarrolló un importante trabajo de lingüística histórica, convirtiéndose en experto en el zapoteco y el náhuatl del periodo colonial y en el trabajo lingüístico de los primeros evangelizadores en la Nueva España. También desarrolló estudios acerca de los elementos que justifican definir Mesoamérica como un área lingüística. Estudió el zapoteco moderno de San Baltazar Chichicapan, realizando un extenso estudio de la nomenclatura y la clasificación etnobiológica en esta variante y desarrollando a la larga el que posiblemente sea el más detallado y completo diccionario de una lengua zapoteca contemporánea.
Impartió una gran cantidad de cursos, asesoró numerosas tesis y con frecuencia publicó artículos y otros textos académicos, además de dedicar su tiempo al debate y al impulso de las políticas lingüísticas en México, siempre con gran entusiasmo, erudicióny pasión por las lenguas indígenas y en particular las oaxaqueñas.
Prácticas etnobotánicas y los tesoros de Yautepec
En las instalaciones del Jardín Etnobotánico de Oaxaca se llevó a cabo un taller facilitado por su director el Dr. Alejandro de Ávila en el que los participantes pudieron compartir conocimientos prácticos acerca de las plantas nativas de Mesoamérica de mayor interés cultural y preparar especímenes de herbario para identificarlas conforme a la taxonomía lineana.
El componente artístico lo aportó el concierto de polifonía en lenguas indígenas de la América Colonial, a cargo de la Capilla Virreinal del maestro Aurelio Tello, que incluyó en su repertorio la presentación de tres villancicos en zapoteco del siglo XVII de Domingo Flores, cuyas partituras recientemente habían sido encontradas con otros documentos en baúles que permanecieron cerrados por décadas en el templo de San Bartolo Yautepec. Este evento se llevó a cabo en la Capilla del Rosario, prefigurando el uso cultural de éste y otros espacios del ex convento de San Pablo que en ese momento todavía estaba en proceso de restauración.