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COOL: LA CONFERENCIA DE LENGUAS OTOMANGUES Y DE OAXACA

Carencia de un foro periódico

Al iniciar el siglo XXI, las investigaciones y el trabajo en torno a la familia otomangue y otras lenguas oaxaqueñas se encontraban en un momento de importante desarrollo. Sin embargo, a diferencia de otras de las principales familias lingüísticas como la maya y la yutonahua, en el caso de las otomangues y vecinas no se contaba con un foro periódico en el que los especialistas pudieran reunirse para discutir, intercambiar y difundir sus avances.

Fuente de inspiración

Desde su profundo conocimiento y pasión por las lenguas mesoamericanas, la doctora Rosemary Beam de Azcona había notado esa carencia, que se hizo más evidente tras participar en un encuentro que llevó por nombre “La Voz Indígena de Oaxaca”, realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en el año 2000, dicho evento organizado por los investigadores Pamela Munro, Aaron Broadwell y Kevin Terraciano reunió a especialistas que desde diversos campos del conocimiento trabajan con las lenguas y culturas oaxaqueñas. Desde su experiencia trabajando sobre todo con el zapoteco, Rosemary se percató de lo fructífero que fue el intercambio entre colegas, pero se trataba de un encuentro que no estaba concebido para tener continuidad, se había llevado a cabo por única ocasión.

COOL 2004

Berkeley: el primer encuentro

En 2004, mientras estudiaba su posgrado en UC-Berkeley, Rosemary Beam se decidió a impulsar y organizar una reunión similar que tuviera un énfasis regional (Oaxaca) y por familia lingüística (la otomangue), para lo cual consiguió el apoyo de varias facultades. El evento se realizó en Berkeley en marzo de ese año y llevó por nombre “Conference on Otomanguean and Oaxacan Languages” (COOL). Durante tres días los especialistas que viajaron desde México, Europa y otras partes de Estados Unidos participaron de un intercambio que incluyó las conferencias sobre etnobiología impartidas por Eugene Hunn, Alejandro de Ávila y Thomas Smith-Stark y de los otros ponentes invitados: Aaron Broadwell, Terrence Kaufman, Pamela Munro y Enrique Palancar. El día final de este congreso se realizó una reunión en la que se propuso convertir este encuentro en un evento bianual. Alejandro de Ávila, director del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, propuso que se organizara la siguiente edición en la ciudad de Oaxaca, por encontrarse en el centro de las lenguas otomangues y para poder así involucrar a sus hablantes.

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