Memoria de actividades #4

Durante la Colonia en San Bartolo Soyaltepec se vivieron tiempos de prosperidad en los que la comunidad dedicó grandes cantidades de dinero y tiempo para construir un templo de escala imponente y elaborada decoración, mismo que posteriormente equipó con retablos cubiertos de oro y abundantes pinturas al óleo, bellos libros litúrgicos y finos instrumentos musicales.

Al paso de los siglos esos bienes estuvieron expuestos a un deterioro a veces lento, como el causado por la lluvia o el humo de las velas de incontables misas, en otras tan repentino como puede serlo un terremoto. A esto se sumarían tiempos de carencias que llevaron a que buena parte de la población emigrara durante los siglos xix y xx y escasearan los fondos para el mantenimiento.

Pese a ello los fiscales y autoridades hicieron su mejor esfuerzo por transmitir este legado a las generaciones siguientes.

Cuando la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (fahho) y diversas instancias estatales y federales ofrecieron sumar su apoyo económico, asesoría técnica e investigación académica para la conservación de su legado, estos bienes culturales seguían ahí, listos para recuperar su esplendor estético y para reintegrarse a la vida de los soyaltepecanos residentes o emigrados, quienes quizá habían perdido la noción precisa de qué era aquello que resguardaban, pero mantenían el interés por conservarlo y la curiosidad por conocer su significado.