Acervo

El arcón, como tipo de mueble, llegó con los españoles, pero tuvo una rápida aceptación entre los pueblos mesoamericanos. Fue identificado inmediatamente con antecedentes locales (como el petlacalli en nahuatl), y podemos confirmarlo ya que la mayoría de las lenguas indígenas actuales siguen usando una palabra propia para designar a los arcones y baúles. Éstos servían para guardar ropa y otros objetos y se supone que -igual que los baúles y roperos actuales- eran parte del ajuar de la boda. 

 

En Santiago Choapan se producían arcones con taracea (madera incrustada) que se caracterizan por las bandas de rombos escalonados alrededor de paneles con motivos florales y de animales. La cerradura de hierro fue a menudo artísticamente trabajada en una especie de encaje.  

 

Estos arcones dejan entrever una influencia de los baúles y otros muebles producidos en Villa Alta durante la época virreinal. Sólo uno de los ejemplares que aquí se exhiben está terminado, los demás quedaron sin terminar por razones desconocidas.